Si has reconocido estar alguno de estos errores estas a tiempo de corregirlos, suerte!
Beber Poco agua.
Es de absoluta importancia mantener el organismo hidratado durante el ejercicio, para ello debes beber antes, durante, después del ejercicio y durante todo el día, prestando especial atención si realizas actividad física en un ambiente caluroso en el que el grado de sudoración aumenta.
Alimentarse De Forma Escasa.
Siempre ha de mantenerse un equilibrio para que nuestro organismo progrese y responda de manera efectiva y positiva al estímulo del ejercicio. Así pues, es de suma importancia mantener una alimentación completa en nutrientes y equilibrada que nos proporcione la energía suficiente. Evita dejar largos periodos de tiempo durante el día sin comer.
Ejercitarse en Ayunas o Inmediatamente Después de Una Comida Copiosa.
No debes realizar ejercicio físico en ayunas, si lo haces, cabe la posibilidad de generar una “hipoglucemia”, o lo que es lo mismo, una disminución repentina de los niveles de azúcar en sangre que podrá provocarte mareos y sensación de malestar entre otros síntomas y consecuencias negativas.
Pero tampoco debes de ejercitarte inmediatamente después de consumir una comida copiosa, deja transcurrir algunas horas o bien consume algo ligero de fácil digestión si has de acudir enseguida.
Pero tampoco debes de ejercitarte inmediatamente después de consumir una comida copiosa, deja transcurrir algunas horas o bien consume algo ligero de fácil digestión si has de acudir enseguida.
Usar Una Indumentaria y/o Calzado Inadecuado.
Cuando te dispones a hacer ejercicio es necesario que las prendas que utilices estén indicadas para ese fin, cómodas y que permitan la transpiración. Complementos como pendientes, collares o pulseras están de más, pueden dañarse y además resultarte incómodos o causar inclusive algún innecesario accidente.
Si eres de las que apuran las zapatillas, olvídalo, un calzado deportivo muy viejo y a consecuencia demasiado gastado, pierde la capacidad de absorber los impactos y aumentará el riesgo de lesiones.
No olvides utilizar sujetadores o tops apropiados (deportivos) que además de permitirte ejecutar los ejercicios cómodamente, protegerán tus pechos del impacto al que se verán sometidos en actividades como el aerobic, carrera, saltos, etc.
Si eres de las que apuran las zapatillas, olvídalo, un calzado deportivo muy viejo y a consecuencia demasiado gastado, pierde la capacidad de absorber los impactos y aumentará el riesgo de lesiones.
No olvides utilizar sujetadores o tops apropiados (deportivos) que además de permitirte ejecutar los ejercicios cómodamente, protegerán tus pechos del impacto al que se verán sometidos en actividades como el aerobic, carrera, saltos, etc.
Abrigarse Demasiado Durante el Ejercicio.
Es común ver personas tremendamente abrigadas con la creencia errónea de que al sudar más conseguirán adelgazar más y mejor. Lo único que conseguirás con ello será deshidratarte con mayor facilidad y disminuir tu rendimiento.
No Seguir Una Rutina de Ejercicios.
Debes ejercitarte varios días en semana y seguir una rutina de ejercicios bien repartida. No sometas tu organismo a un sobreesfuerzo absurdo y nocivo pretendiendo hacer en un solo día lo que harías en tres.
No Cambiar la Rutina ni la Intensidad de los Ejercicios.
El cuerpo se acostumbra a un entrenamiento determinado, es necesario cada cierto tiempo variar el tipo de ejercicios y la intensidad de los mismos para progresar.
Olvidar los Estiramientos o Forzar Demasiado.
Es de absoluta importancia estirar antes y después del ejercicio para evitar y prevenir lesiones. Calentar y realizar unos estiramientos suaves antes de ejercitarte acondicionarán/prepararán a tu cuerpo para el ejercicio y posteriormente además de ayudar a desarrollar de forma más efectiva la musculatura, mejorarán la flexibilidad y postura, minimizando las agujetas. Recuerda no forzar los estiramientos para evitar dañar fibras, tendones o ligamentos, se ha de buscar la posición adecuada en la que se sienta una tensión leve y mantener esa tensión durante 20-30 segundos para conseguir un estiramiento efectivo y seguro.
Levantar Demasiado Peso y/o Hasta Sentir Dolor.
Un entrenamiento efectivo y seguro ha de realizarse siempre aumentando el peso de forma progresiva y de acuerdo a nuestra forma física y objetivos. Levantar más peso del recomendable no te reportará mayores beneficios, podrás ejecutar de forma incorrecta los ejercicios, propiciarás las lesiones, desgarros musculares y padecer dolores. Sobre todo, olvídate de competir en la sala con tus compañeros, céntrate en ejecutar correctamente el ejercicio, ten en cuenta la forma física en la que te encuentres y los objetivos que persigues.
No Respetar los Días de Descanso.
En toda rutina de entrenamientos, es de suma importancia respetar los días de descanso. El organismo requiere de descanso para recuperarse y progresar.
*** Recordar la clave: dieta equilibrada + entrenamiento + descanso = Óptimo desarrollo muscular, menor riesgo de lesiones y más salud.
Entrenar un Músculo Lesionado.
Jamás entrenes un músculo lesionado, solo serviría para retardar la recuperación del mismo. Si te has lesionado, no entrenes.
Realizar los Abdominales con las Piernas Estiradas.
Para que un abdominal sea efectivo y seguro, siempre has de ejecutarlo con las rodillas ligeramente flexionadas, si lo ejecutas con las piernas estiradas solo perjudicarás tu columna y además el esfuerzo hecho por los abdominales será inferior.
Pedalear con el Asiento de la Bicicleta Demasiado Bajo.
Si pedaleas con el asiento de la bicicleta demasiado bajo podrás dañar tus rodillas seriamente y generar lesiones. La altura adecuada del asiento será aquella en que la piernas queden casi estiradas en cada pedalada teniendo apoyada la punta del pie en el pedal.
Realizar Ejercicio Físico Intenso Antes de Dormir o Bajo un Calor y Sol Excesivo.
El ejercicio físico intenso estimula el sistema central, ocasionando que si después te irás dormir puedas padecer insomnio. Realiza ejercicio suave si está muy próxima la hora de irte a la cama. Igualmente, siempre que sea posible, evita el ejercicio físico intenso en las horas centrales del día si el ambiente es demasiado caluroso, opta por hacer tu rutina de ejercicios en la mañana temprano o bien al anochecer, rendirás más y mejor.
Correr Sin Calcetines y Correr Descalzo.
Nunca corras sin calcetines, el contacto directo de los pies con la zapatilla propiciará la aparición de infecciones, rozaduras y molestias. Igual de importante es asegurar una pedicura correcta en la cual las uñas deberán estar cortadas rectas y no llevarlas ni demasiado cortas ni demasiado largas. Siempre se ha de correr con un calzado deportivo adecuado e indicado para ese fin, si sueles ir a correr por la playa hazlo siempre con zapatillas, disminuirán el impacto del cuerpo contra el suelo y evitarás padecer lesiones de tobillo.
Ejercicio Físico Durante la Menstruación.
La actividad física moderada durante la menstruación te ayudará a combatir la tensión menstrual, mejorará la circulación, retendrás menos líquidos y en general, reducirá los malestares asociados.
Hacer Deporte y Ejercicio Físico Por Obligación.
Si haces ejercicio por obligación, comenzarás poniéndote excusas y finalmente, abandonando el ejercicio, no podrás convertirlo en un hábito del cual puedas beneficiarte y disfrutar. El ejercicio que realices debe derivar en una práctica placentera con la cual disfrutes, por ello has de tener en cuenta el abanico de posibilidades que te presenta el deporte y elegir la práctica que más te agrade y se adecue a tus objetivos.
El Concepto de Todo o Nada.
Que carezcas de una hora completa para ejercitar no es razón para evitar tu actividad física. Distintas investigaciones han comprobado que, incluso, hasta 10 minutos de ejercicios pueden ocasionar sustanciales beneficios en la salud.
Programas de Entrenamiento Desequilibrados.
La mayoría de las personas tiende a focalizar los ejercicios sobre ciertos músculos, tales como los bíceps o los abdominales, dado que tienen más impacto sobre la apariencia o es donde se sienten más fuertes. Para conseguir un cuerpo fuerte y armonioso, debes entrenar todos los grupos mayores de músculos. Asegúrate de que tu rutina te provea esta variedad de entrenamiento.
Mala Técnica.
La manera más segura de lesionarte en un gimnasio es hacer los ejercicios mal. Por ejemplo, dejar que la rodilla vaya más allá de la punta de los pies, durante un ejercicio de estocadas (desplantes). Esto puede ocasionar una presión indebida sobre la rodilla. Asimismo, otro error frecuente es no completar la totalidad de los movimientos, por lo que, desde ya, el resultado del ejercicio no será óptimo. Toda persona que asiste a un gimnasio debe priorizar la técnica por sobre el peso. En algunos ejercicios, resulta más fácil levantar peso con malos movimientos que haciéndolo correctamente. Los movimientos adecuados, por lo general, logran que el músculo trabaje sin exceso de peso.
Progresar Inteligentemente.
Ejercitar demasiado, demasiado duro o muy a menudo, es un error muy común en los entusiastas del gimnasio. El descanso y el progreso gradual son componentes muy importantes de un programa de ejercicios seguro y efectivo.
Variedad Insuficiente.
Muchos encuentran una rutina o una actividad física que les gusta y nunca la cambian. No cambiar los ejercicios puede conducir al aburrimiento, a lo monótono, y, en el peor de los casos, a lesiones o a sobrecargas.
No Ajustar las Máquinas a la Talla Personal.
La mayoría del equipamiento para ejercitar está diseñado para ajustarse a un amplio rango de cuerpos y tamaños. No obstante, depende de vos adaptar ajustar la máquina a las necesidades únicas de tu cuerpo. Usar las máquinas impropiamente ajustadas te alejará de los buenos resultados e incrementará el riesgo de lesiones.
Falta de Atención.
Es muy común, al realizar ejercicios, pensar en cualquier otra cosa que nada tenga que ver con lo que estás haciendo. Sin embargo, es importante mantener la mente enfocada en la actividad física. Leer o mirar televisión, por ejemplo, puede afectar de mala manera la calidad de tu trabajo, ya que la distracción puede hacer que cambies el ritmo de la actividad.
No Moderarse Correctamente Después de la Actividad.
Muchas personas, al terminar sus rutinas, salen corriendo, como si permanecer unos pocos minutos más en el gimnasio pudiera contagiarles una enfermedad severa. Vos, desde ya, no lo harás. Tomate unos minutos para bajar el ritmo cardíaco y para estirar los músculos. Esto no sólo mejora la flexibilidad, sino que te prepara la próxima sesión de ejercicios.
Ser Desconsiderado.
La convivencia dentro del gimnasio también debe ser fomentada. Es decir, evita ocupar una máquina durante media hora o más, o evita hablar a los gritos por el teléfono celular, o hacer cosas que distraigan la atención de los demás. Por otra parte, debes cuidar tu higiene y la de los demás. En ese sentido, seca la transpiración una vez que hayas terminado con una máquina. En definitiva, debes ser considerado con las personas con las que compartes el gimnasio.
Establecer Objetivos Pocos Realistas.
El establecimiento de objetivos irreales y vagos es una de las mayores causas por las que se abandona el gimnasio. La clave es establecer metas de entrenamiento específicas, apropiadas a tu estado físico y a tus posibilidades. Puede resultar un poco complicado, pero es necesario si deseas prolongar tu estadía en el gimnasio. El establecimiento de metas (todas realizables) es recomendable un ejemplo seria la realización de una rutina por cierto número de meses. Organiza un sistema de objetivos y, paso a paso, ve por ellos. Puedes agasajarte cada vez que cumplas uno.
Ejercitarse con la Intensidad Equivocada.
Los siguientes dos errores son totalmente opuestos, pero igual de comunes: el primero es hacer ejercicios a un nivel demasiado alto y el otro es no trabajar lo suficiente a un nivel apropiado para la condición física. Es mejor ejercitarse durante más tiempo y a un nivel moderado que durante poco tiempo y a muy alta intensidad. Sin embargo, es importante que determines la intensidad más apropiada para ti. La primera forma de averiguarlo es asegurarte que estés sudando moderadamente durante el ejercicio y que los latidos de tu corazón se mantengan dentro de tu frecuencia cardíaca ideal. Para calcularla, utiliza la siguiente fórmula: 220 menos tu edad por 60% a 85% (el 60% corresponde al ritmo mínimo que tu corazón debe alcanzar y el 85%, al máximo). Otra forma de saber si estás haciendo ejercicio aeróbico a una intensidad conveniente es intentar conversar con alguien al mismo tiempo. Debes ser capaz de hablar con cierta dificultad y recobrar el aliento. Si necesitas aumentar la intensidad del ejercicio aeróbico, ayudate escuchando tu música favorita o siguiendo el ritmo de ejercicio de un amigo que esté en mejor estado físico que vos.
Utilizar el Combustible Inadecuado.
Este error se relaciona con lo que comes y bebes mientras haces ejercicios. Para empezar, es muy importante tomar bastante agua y no solamente cuando haces ejercicios, pues la sed, en cualquier momento, es la señal de que tu cuerpo está deshidratado. Procura tomar 8 vasos de agua mínimo todos los días, tomando en cuenta que el agua es preferible porque los refrescos, el té y otras bebidas con cafeína te deshidratan más. Lleva contigo una botella de agua para que te sea más conveniente tomarla todo el día y también mientras te ejercitas. Si haces ejercicios moderados por menos dos horas al día no es necesario que consumas bebidas o barras energéticas, pues éstos contienen una gran cantidad de calorías. El único y mejor combustible que necesitarás para mantenerte en acción es una dieta balanceada.
Moverse con Brusquedad.
Nunca debes realizar movimientos bruscos cuando hagas ejercicios con pesas, pues puedes lesionarte. La espalda es especialmente vulnerable a sufrir lesiones cuando el cuerpo se ve obligado a soportar demasiado peso. Utiliza pesas que puedas controlar y haz tus ejercicios correctamente para obtener los mejores resultados. Cuando seas capaz de controlar bien las pesas más ligeras, empeza a aumentar el peso gradualmente, no importa que levantes poco peso mientras hagas los ejercicios correctamente a largo plazo tendrás mejores resultados que si levantas mucho peso de la manera errónea.
No Enfriar Después del Ejercicio.
Al igual que se recomienda empezar tu rutina con ejercicios de estiramiento para calentar y agilizar tus músculos, también es importante estirarlos al terminar tus ejercicios aeróbicos. Por ejemplo, después de hacer ejercicio intenso, camina lentamente durante 5 ó 10 minutos para que tu corazón tenga tiempo de regresar a su latido normal. A continuación, estira los músculos por 5 ó 10 minutos para aumentar la flexibilidad y preparar tu cuerpo para la próxima vez que hagas ejercicios.
Levantar Demasiado Peso.
Esto se ve todos los días y lo primero que se piensa es: «ese chavo se va a lesionar». Muchos novatos cargan discos y discos tratando de impresionar a sus compañeros o a quien les mire. Es un error y me atrevería a decir que todos hemos pasado por él. Lo cierto es que cuando seleccionas un peso excesivo tu técnica brilla por su ausencia. De este modo, no solo no impresionas a nadie, sino que haces el ridículo.
Y lo peor de todo es que no estás trabajando el músculo que pretendes. Si sos recién llegado al mundo de las pesas, simplemente no podes «hacer trampa». Si no te lesionas de ese modo hoy, será mañana y si no pasado, pero acabarás ingresando en las filas del club «mira-cuánto-peso-levanto-mira-como-me-hernio-y-me-lastimo».
Concéntrate en lo que estás haciendo. Aquí no hay premios por levantar más peso. Seguramente no te apuntaste al gym porque tu meta sea hacerte levantador de pesos, sino porque querías conseguir tamaño muscular. La técnica lo es todo a la hora de crecer.
Conclusión: Peso Excesivo = Inútil Para Crecer + Riesgo de Lesión.
Levantar Muy Poco Peso.
Este fenómeno también se da bastante. Suele ocurrir cuando el novato lleva alrededor de un mes entrenando, se encuentra cómodo con los ejercicios y el peso y su técnica es correcta. De acuerdo, pero una vez conoces la ejecución de los ejercicios, debes elegir un peso que te permita hacer entre 8-12 repeticiones. Si puedes hacer 25 es que estás trabajando con muy poco peso, insuficiente para estimular el crecimiento del músculo. Idealmente, deberías sufrir a partir de la quinta repetición y rezar en las dos últimas para completarlas. Todo ello respetando la técnica. Lo importante es trabajar con un peso que te exija un gran esfuerzo, da igual el peso utilizado.
Ignorar la Física.
Esto es solo una pequeña broma, pero más de uno ha sufrido graves lesiones por ello. Cuando quites el peso de la barra, piensa antes. Si quitas mucho peso de un lado de una vez, la barra se desequilibra y vuelca. Quita un disco de un lado y luego del otro. Por esa experiencia «sonora» creo que también ha pasado casi todo el mundo.
Entrenar en Grandes Grupos.
A veces se ven grupos de hasta 4 principiantes. Ninguno de los 4 se pondrá jamás grande, a menos que disuelvan ese grupo tan numeroso. Estas situaciones son caldo de cultivo para que se produzcan:
* Entrenamientos flojos: debido al tiempo transcurrido entre series y por las distracciones.
* Lesiones: Para los novatos parece que levantar mucho peso lo sea todo y más si les observan sus amigos. Encima se animan a seguir realizando los ejercicios al borde de la lesión. No saben que sin estilo no hay crecimiento.
Si son cuatro, divídanse en dos grupos de dos. Es bueno entrenar con un compañero, pero no con todo el barrio.
No Pedir Ayuda (Esto es Confuso).
Algunos ejercicios, como el press de banca, requieren un control externo. Si no tenes a nadie detrás que te eche un ojo, o bien no te esforzarás al máximo, o bien te quedarás con la barra al cuello. Y no queremos que eso ocurra. No se trata de que alguien haga medio ejercicio por ti, sino de una ayuda puntual, para con uno o dos dedos tirar muy levemente.
En ocasiones he hecho creer a compañeros que les estaba ayudando a completar sus repeticiones pero las hacían solos. Mis dedos estaban medio centímetro por debajo de la barra. Saber que las pesas no te van a caer en la cabeza te libera de esta preocupación y te permite concentrarte en tu verdadero objetivo: levantar peso.
Sobre-Entrenarse.
El sobre-entrenamiento se produce porque los músculos no se recuperan entre sesiones. Esto se debe a en exceso de entrenamiento, alimentación insuficiente o incorrecta, o bien por falta de descanso. El culturismo se basa en entrenar cada músculo una o dos veces por semana, alimentarse bien y descansar lo suficiente. Esta fórmula tan sencilla proporciona los resultados que buscas.
Saltarse Series o Repeticiones.
«No hago la última» es un pensamiento común en muchos con ganas de irse a descansar a la casa. Hay días en los que uno llega al gimnasio y se encuentra diciendo: «no sé para qué he venido». Todos tenemos días así. Si te sientes desmotivado o sin energía, decide desde el comienzo de la sesión el realizar un ejercicio menos, por ejemplo, tres en lugar de cuatro. Eso podrá devolverte el ánimo.
Trabaja menos ejercicios, pero no con menor intensidad. Recorda: valen más una serie llevada al fallo que cuatro a medio gas.
Si tu problema va más allá y te sientes incapaz de entrenar con ganas, andate. O haz algo de bicicleta, si quieres. Nadie te obliga a estar allí sufriendo. Es mejor abandonar el gym y volver a la carga con energías renovadas.
Trata de identificar el problema, como falta de sueño, de comida, aburrimiento, etc. Quizá estés sobre-entrenado. Si tu excusa para saltarte series es que tienes prisa, comienza por super-seriar (hacer dos ejercicios distintos sin descanso entre ambos) desde el principio de la sesión. Añadirás intensidad y acabarás antes. Pero tampoco abuses de esta técnica o acabarás agotado a la larga.
Entrenar Lesionado.
Muchos novatos se entusiasman demasiado con el gimnasio. Eso les lleva a hacer locuras como entrenar con una lesión para no perder un día. Entrenar de este modo agravará la lesión y, al final, te mantendrá alejado mucho más tiempo del gimnasio que si hubieras parado una o dos semanas.
Si te duele al entrenar y no quieres dejarlo por temor a perder tamaño, déjame decirte algo. Apenas perderas nada en una o dos semanas de descanso, de hecho el reposo hará que tus músculos aumenten de tamaño. No entrenes lesionado o puede que no lo vuelvas a hacer jamás. No exagero.
No Ponerse el Cinturón.
Si eres un recién llegado al culturismo, dudo mucho que el cinturón te sea necesario en algún ejercicio debido a que manejarás un peso que no debería afectar a tus lumbares. Si no te hace falta no te lo pongas, estarás más incómodo sin duda.
PERO llega un momento en que tus lumbares pueden empezar a sufrir. Tal vez al principio no lo necesitabas debido al poco peso que manejabas, pero si empiezas a sentir molestías en la zona baja de la espalda átate el cinturón. Se suele emplear en ejercicios como remo sentado o inclinado, sentadillas, pesos muertos, Curl con barra para bíceps, etc. Aunque puedes y debes emplearlo en todos aquellos ejercicios que creas necesitarlo. Algunos lo necesitan incluso en los jalones para tríceps.
Tener Vergüenza.
Muchos errores se producen por esto. No tienes porqué levantar más peso del que puedas manejar razonablemente. A nadie le importa el peso que uses y además, todos hemos comenzado por ahí. Se hace más el ridículo ejecutando mal el ejercicio que levantando poco peso. Haz tus series bien y crecerás.
Falta de Humildad.
A veces es imposible corregir a los principiantes. Están al borde de la lesión, pero no les importa. Y si te hacen caso, suele aparecer una expresión de desilusión en sus caras al observar que con una técnica correcta pueden manejar menos peso.
No te fijes en los pesos y fijate en la congestión producida por el ejercicio. Esto debería ser más satisfactorio. Al realizarlo correctamente deberías notar mucho más el trabajo del músculo. Esto hará que crezca y no los balanceos y las inercias. El peso lo deben mover los músculos. Cuando alguien grande trate de corregirte pensa que seguramente lo hace por tu bien. A él le da realmente igual si te partis la espalda, solo trata de ayudar.
Obsesionarse.
Está claro que si no te lo tomas en serio, no crecerás. Pero no dejes que se convierta en una obsesión. Entrena fuerte, come bien, descansa y ¡hace otras cosas! Todos los tipos grandes que he conocido han resultado ser extrovertidos y alegres. Tomate el culturismo como una afición, no como una obligación. «No hay peores cárceles que las que nos construimos nosotros mismos».
Distraerse.
El descanso entre series debe ser de 45 segundos a 1 minuto minimo a 2 minutos maximo. Uno está bien para músculos pequeños, como bíceps, y dos para cuádriceps o pectoral. No dejes que nada te distraiga y no pases más tiempo hablando que entrenando.
Malos Modales.
Existe una especie de código secreto en el gimnasio que los novatos (y desgraciadamente algunos veteranos) desconocen:
* Antes de cambiar el peso de una barra, asegurate de que se encuentra libre. Tal vez el chavo que la usaba solo fue al baño. Si sus guantes y su toalla siguen junto a la barra o aparato, no lo dudes: volverá. * Si me preguntas algo, como cuántas me quedan, mientras estoy levantado, me has jodido la serie. Además de la distracción, estás provocando un riesgo de lesión. Espera a que acabe (distancia prudencial) y pregunta lo que querrás.
* Dejalo todo como lo encontraste, ni mejor ni peor. No hay nada que de más rabia que una barra con cierto peso a un lado y nada al otro.
* No acapares los aparatos por cómodos que sean. Utilízalos, pero no te quedes allí a vivir.
* Es signo de buena educación preguntarle a alguien si quiere turnarse si le ves interesado en utilizar el mismo material.
* Deja el móvil en casa. Es fastidioso ver a alguien escribiendo mensajitos en el press de banca.
* No te plantes media hora ante el espejo.
Mujeres: La mayoría de las mujeres que van al gimnasio comete fundamentalmente 3 errores típicos:
1) No hacen la mayoría de los ejercicios que realizan los culturistas (hombres) para "no ponerse como ellos". Es difícil hacerles entender que estos ejercicios no les van a dar un aspecto "hombruno", de la misma manera que por ir a nadar dos o tres días a la semana no van a tener las espaldas de las nadadoras que compiten.
Por el contrario, realizan ejercicios específicos, en máquinas concretas; ejercicios y máquinas que los culturistas no utilizan. Si los "profesionales" del músculo no las utilizan, ¿no será por alguna razón? No se dan cuenta de que la mayoría de los mortales no conseguimos un nivel muscular elevado y, los que lo consiguen es porque llevan una alimentación muy específica. (En algunos casos, acompañada con "otras cosas").
2) No siguen las normas culturistas básicas: Este es un error también muy frecuente y, comentándolo con algunos instructores, todos coinciden en que se trata de un problema bastante simple: la joven piensa que si no trabaja tres días a la semana el glúteo no lo reafirmará, por lo que el instructor le pone el tipo de rutina que se le solicita aun en contra de los principios básicos del culturismo y a pesar de sus conocimientos de los mismos. Como consecuencia, en los gimnasios vemos, principalmente a mujeres, que se empeñan en trabajar 3 o 5 veces en una semana el mismo grupo muscular. No quieren ganar masa muscular pero se empeñan en trabajar algunas zonas para cambiar grasa por músculo, cosa que no consiguen.
3) Hacen los ejercicios de pesas sin rendir al máximo, han hecho quince repeticiones pero podrían hacer 20, no están pendientes del peso, piensan que si ponen mucho peso, desarrollarán demasiado músculo. (Como si fuera tan fácil). El error típico de los hombres es el de sobreentrenar (hacen demasiados ejercicios y se empeñan en manejar cuanto más peso mejor lo que les lleva a lesionarse), en cambio, el de las mujeres es no entrenar con el interés debido.
Para ganar músculo y beneficiarse de los beneficios de las pesas hay que sufrir un poco, el organismo debe ser sometido a estímulos de entrenamiento importantes (70% de la fuerza máxima, aproximadamente). Los estímulos de baja intensidad no van a producir mejoras significativas.
Resumiendo, la mayoría de las mujeres que acuden a un gimnasio quieren conseguir perder grasa con las pesas pero no siguen las pautas básicas que rigen este deporte por si se ponen "hombrunas", con lo cual no consiguen sus objetivos, se cansan y lo dejan. Sin pensar que los culturistas además de los ejercicios que realizan, llevan una dieta hiperproteica y una alta suplementación.
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